
(
1 de out. de 2023
)
horizontalidade
“Ninguém falou que seria uma conversa fácil”
Oscar Alejandro Carrizo
Horizontalidade: “Ninguém falou que seria uma conversa fácil”
Utilizar la horizontalidad como herramienta de creación y construcción en ambientes donde crean y a la misma vez viven artistas es sin duda una idea bastante viable. ¿Por qué? Es una respuesta que veremos más adelante.
Cuando hablamos de horizontalidad nos referimos desde nuestras acciones colectivas a la forma como día a día, así como en las actitudes que tomamos para comunicarnos con los demás. Hablamos también de: comunidad (origen de la horizontalidad), vínculos (relaciones entre Okupas), comportamiento social (deconstrucción de patrones normalizados) y mutualismo (apoyo mutuo).
Teniendo en cuenta todo esto podríamos considerar que no sería posible la construcción de la horizontalidad sin un cuestionamiento personal de cada parte involucrada entregándose de manera voluntaria a un proceso de reestructuración de la concepción de la sociedad y su organización actual, despertando en el proceso diversos sentimientos ligados a su educación tanto en el círculo familiar, como en su comportamiento social y cultural.
¿Cuál es la relevancia de los vínculos en espacios artísticos? ¿Como aparece la jerarquía en la horizontalidad?
Para abrir esta conversa comenzaré por algo que considero súper relevante que es “la comunidad”. Este es un elemento esencial en la horizontalidad, especialmente en el ámbito artístico. Las comunidades artísticas horizontales se caracterizan por la colaboración, la inclusión y la participación equitativa de todos sus miembros. A través de la colaboración nace la oportunidad de participar en proyectos. Esto fomenta un ambiente de creatividad compartida, lluvia de ideas y aprendizaje mutuo, asegurando que todas las voces sean escuchadas y valoradas.
Esto es especialmente importante en el arte, donde la diversidad de perspectivas enriquece el proceso creativo. Muchas comunidades artísticas horizontales son autogestionadas, lo que significa que los propios miembros se encargan de la organización y el funcionamiento del grupo. Esto refuerza la autonomía y el empoderamiento personal.
Los artistas pueden compartir recursos, conocimientos y oportunidades, fortaleciendo así el sentido de pertenencia y solidaridad dentro del colectivo. Esta dinámica de trabajo llamada horizontalidad se presenta como un espacio donde esta idea de comunidad proporciona un espacio de participación equitativa e inclusión para todes.
En mi experiencia participando de espacios horizontales durante estos últimos 15 años, vivenciando diversos tipos de conflictos personales y colectivos, mentales y espirituales es notable que implementar un espacio horizontal en un modelo tradicionalmente jerárquico puede encontrar resistencia. Las personas pueden estar acostumbradas a estructuras de poder más claras y pueden tener dificultades para adaptarse a un nuevo sistema que toque con lo personal, con nuestra parte íntima del inconsciente colectivo, donde la tolerancia y el respeto sean extremamente necesarias para las bases de la idea de vivir en comunidad.

Assembleia popular na rua do Ouvidor, Agosto 2023 Foto: Tássia Nascimento
En un colectivo horizontal, es importante que todos los miembros compartan valores y objetivos similares, la falta de atención y el poco conocimiento de con quien se trabaja crea la posibilidad de que aparezcan estas diferencias personales no abordadas de la manera cierta. Eso puede llevar a conflictos sobre la visión y el objetivo del grupo.
La participación desigual, donde algunos miembros se sienten sobrecargados mientras que otros no contribuyen tanto, influye directamente en los vínculos que tenemos con nuestros compañeres porque, a pesar de que usemos la lógica para organizarnos, también usamos la emoción para movernos. Somos seres sentientes.
Como artistas las emociones están ligadas íntimamente a nuestras decisiones. Pensar en vínculos trae la idea de que la relación con mi vecino es tan importante como mi relación con la idea general de la horizontalidad, eso no quiere decir justamente que tengo la obligación de tener una amistad con el mismo si no entender que mi libertad acaba donde lega la del otro.
Es como pensar en una red. Cuando los vínculos están debilitados entre los okupantes eso puede traer la falta de consenso y hacer que la toma de decisiones sea lenta y complicada. Aunque la horizontalidad busca eliminar jerarquías, pueden surgir conflictos de poder informales. Algunas personas pueden intentar influir más que otras, lo que puede generar tensiones dentro del grupo.
No podemos dejar de recordar que somos personas formadas en escuelas originalmente verticales y capitalistas que consiguió imponer a través de la educación y la estructura social una conciencia de clase y una competitividad extremamente separatista donde el individuo difícilmente se auto percibe un ser colectivo.
Compreender la horizontalidad es un trabajo claramente de conciencia personal hacia una construcción colectiva. Esta práctica horizontal esta siempre transformándose y adaptándose al contexto en donde se aplica, lo cual requiere un esfuerzo constante para crear nuevas soluciones a nuevas problemáticas a todo tiempo.
Se espera que todos los miembros participen activamente y de manera equitativa. Esto significa que las decisiones se toman de manera democrática y que todos tienen la oportunidad de influir en el proceso.
El diálogo entre personas de diferentes culturas coloca un tema interesante, sobre cómo el lenguaje cultural toma sentido pues existen lenguajes culturales que también dialogan y se confrontan. En estos casos la comunicación transparente y abierta es necesaria para mantener vínculos horizontales saludables. Todos los miembros deben sentirse libres de expresar sus opiniones y preocupaciones sin temor a represalias. A pesar de que pueden existir, estos conflictos no son insuperables y muchos colectivos y comunidades encuentran formas de manejarlos mediante la comunicación abierta, la mediación y el consenso colectivo.
En resumen, la horizontalidad en ambientes artísticos representa una evolución necesaria y prometedora en la manera en que entendemos y practicamos el arte. Aunque enfrenta desafíos, y problemas a sus beneficios en términos de colaboración, inclusión y empoderamiento son invaluables. Al adoptar un enfoque horizontal, las comunidades artísticas pueden crear espacios más democráticos y creativos, donde todos los miembros tienen la oportunidad de contribuir y prosperar.
En un mundo cada vez más interconectado y diverso, la horizontalidad ofrece un camino hacia un futuro artístico más inclusivo y dinámico.
mais ensaios
Descubra Sobre Possíveis mundos Pós-Capitalistas

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1 de out. de 2023
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horizontalidade
“Ninguém falou que seria uma conversa fácil”
Oscar Alejandro Carrizo
Horizontalidade: “Ninguém falou que seria uma conversa fácil”
Utilizar la horizontalidad como herramienta de creación y construcción en ambientes donde crean y a la misma vez viven artistas es sin duda una idea bastante viable. ¿Por qué? Es una respuesta que veremos más adelante.
Cuando hablamos de horizontalidad nos referimos desde nuestras acciones colectivas a la forma como día a día, así como en las actitudes que tomamos para comunicarnos con los demás. Hablamos también de: comunidad (origen de la horizontalidad), vínculos (relaciones entre Okupas), comportamiento social (deconstrucción de patrones normalizados) y mutualismo (apoyo mutuo).
Teniendo en cuenta todo esto podríamos considerar que no sería posible la construcción de la horizontalidad sin un cuestionamiento personal de cada parte involucrada entregándose de manera voluntaria a un proceso de reestructuración de la concepción de la sociedad y su organización actual, despertando en el proceso diversos sentimientos ligados a su educación tanto en el círculo familiar, como en su comportamiento social y cultural.
¿Cuál es la relevancia de los vínculos en espacios artísticos? ¿Como aparece la jerarquía en la horizontalidad?
Para abrir esta conversa comenzaré por algo que considero súper relevante que es “la comunidad”. Este es un elemento esencial en la horizontalidad, especialmente en el ámbito artístico. Las comunidades artísticas horizontales se caracterizan por la colaboración, la inclusión y la participación equitativa de todos sus miembros. A través de la colaboración nace la oportunidad de participar en proyectos. Esto fomenta un ambiente de creatividad compartida, lluvia de ideas y aprendizaje mutuo, asegurando que todas las voces sean escuchadas y valoradas.
Esto es especialmente importante en el arte, donde la diversidad de perspectivas enriquece el proceso creativo. Muchas comunidades artísticas horizontales son autogestionadas, lo que significa que los propios miembros se encargan de la organización y el funcionamiento del grupo. Esto refuerza la autonomía y el empoderamiento personal.
Los artistas pueden compartir recursos, conocimientos y oportunidades, fortaleciendo así el sentido de pertenencia y solidaridad dentro del colectivo. Esta dinámica de trabajo llamada horizontalidad se presenta como un espacio donde esta idea de comunidad proporciona un espacio de participación equitativa e inclusión para todes.
En mi experiencia participando de espacios horizontales durante estos últimos 15 años, vivenciando diversos tipos de conflictos personales y colectivos, mentales y espirituales es notable que implementar un espacio horizontal en un modelo tradicionalmente jerárquico puede encontrar resistencia. Las personas pueden estar acostumbradas a estructuras de poder más claras y pueden tener dificultades para adaptarse a un nuevo sistema que toque con lo personal, con nuestra parte íntima del inconsciente colectivo, donde la tolerancia y el respeto sean extremamente necesarias para las bases de la idea de vivir en comunidad.

Assembleia popular na rua do Ouvidor, Agosto 2023 Foto: Tássia Nascimento
En un colectivo horizontal, es importante que todos los miembros compartan valores y objetivos similares, la falta de atención y el poco conocimiento de con quien se trabaja crea la posibilidad de que aparezcan estas diferencias personales no abordadas de la manera cierta. Eso puede llevar a conflictos sobre la visión y el objetivo del grupo.
La participación desigual, donde algunos miembros se sienten sobrecargados mientras que otros no contribuyen tanto, influye directamente en los vínculos que tenemos con nuestros compañeres porque, a pesar de que usemos la lógica para organizarnos, también usamos la emoción para movernos. Somos seres sentientes.
Como artistas las emociones están ligadas íntimamente a nuestras decisiones. Pensar en vínculos trae la idea de que la relación con mi vecino es tan importante como mi relación con la idea general de la horizontalidad, eso no quiere decir justamente que tengo la obligación de tener una amistad con el mismo si no entender que mi libertad acaba donde lega la del otro.
Es como pensar en una red. Cuando los vínculos están debilitados entre los okupantes eso puede traer la falta de consenso y hacer que la toma de decisiones sea lenta y complicada. Aunque la horizontalidad busca eliminar jerarquías, pueden surgir conflictos de poder informales. Algunas personas pueden intentar influir más que otras, lo que puede generar tensiones dentro del grupo.
No podemos dejar de recordar que somos personas formadas en escuelas originalmente verticales y capitalistas que consiguió imponer a través de la educación y la estructura social una conciencia de clase y una competitividad extremamente separatista donde el individuo difícilmente se auto percibe un ser colectivo.
Compreender la horizontalidad es un trabajo claramente de conciencia personal hacia una construcción colectiva. Esta práctica horizontal esta siempre transformándose y adaptándose al contexto en donde se aplica, lo cual requiere un esfuerzo constante para crear nuevas soluciones a nuevas problemáticas a todo tiempo.
Se espera que todos los miembros participen activamente y de manera equitativa. Esto significa que las decisiones se toman de manera democrática y que todos tienen la oportunidad de influir en el proceso.
El diálogo entre personas de diferentes culturas coloca un tema interesante, sobre cómo el lenguaje cultural toma sentido pues existen lenguajes culturales que también dialogan y se confrontan. En estos casos la comunicación transparente y abierta es necesaria para mantener vínculos horizontales saludables. Todos los miembros deben sentirse libres de expresar sus opiniones y preocupaciones sin temor a represalias. A pesar de que pueden existir, estos conflictos no son insuperables y muchos colectivos y comunidades encuentran formas de manejarlos mediante la comunicación abierta, la mediación y el consenso colectivo.
En resumen, la horizontalidad en ambientes artísticos representa una evolución necesaria y prometedora en la manera en que entendemos y practicamos el arte. Aunque enfrenta desafíos, y problemas a sus beneficios en términos de colaboración, inclusión y empoderamiento son invaluables. Al adoptar un enfoque horizontal, las comunidades artísticas pueden crear espacios más democráticos y creativos, donde todos los miembros tienen la oportunidad de contribuir y prosperar.
En un mundo cada vez más interconectado y diverso, la horizontalidad ofrece un camino hacia un futuro artístico más inclusivo y dinámico.
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1 de out. de 2023
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horizontalidade
“Ninguém falou que seria uma conversa fácil”
Oscar Alejandro Carrizo
Horizontalidade: “Ninguém falou que seria uma conversa fácil”
Utilizar la horizontalidad como herramienta de creación y construcción en ambientes donde crean y a la misma vez viven artistas es sin duda una idea bastante viable. ¿Por qué? Es una respuesta que veremos más adelante.
Cuando hablamos de horizontalidad nos referimos desde nuestras acciones colectivas a la forma como día a día, así como en las actitudes que tomamos para comunicarnos con los demás. Hablamos también de: comunidad (origen de la horizontalidad), vínculos (relaciones entre Okupas), comportamiento social (deconstrucción de patrones normalizados) y mutualismo (apoyo mutuo).
Teniendo en cuenta todo esto podríamos considerar que no sería posible la construcción de la horizontalidad sin un cuestionamiento personal de cada parte involucrada entregándose de manera voluntaria a un proceso de reestructuración de la concepción de la sociedad y su organización actual, despertando en el proceso diversos sentimientos ligados a su educación tanto en el círculo familiar, como en su comportamiento social y cultural.
¿Cuál es la relevancia de los vínculos en espacios artísticos? ¿Como aparece la jerarquía en la horizontalidad?
Para abrir esta conversa comenzaré por algo que considero súper relevante que es “la comunidad”. Este es un elemento esencial en la horizontalidad, especialmente en el ámbito artístico. Las comunidades artísticas horizontales se caracterizan por la colaboración, la inclusión y la participación equitativa de todos sus miembros. A través de la colaboración nace la oportunidad de participar en proyectos. Esto fomenta un ambiente de creatividad compartida, lluvia de ideas y aprendizaje mutuo, asegurando que todas las voces sean escuchadas y valoradas.
Esto es especialmente importante en el arte, donde la diversidad de perspectivas enriquece el proceso creativo. Muchas comunidades artísticas horizontales son autogestionadas, lo que significa que los propios miembros se encargan de la organización y el funcionamiento del grupo. Esto refuerza la autonomía y el empoderamiento personal.
Los artistas pueden compartir recursos, conocimientos y oportunidades, fortaleciendo así el sentido de pertenencia y solidaridad dentro del colectivo. Esta dinámica de trabajo llamada horizontalidad se presenta como un espacio donde esta idea de comunidad proporciona un espacio de participación equitativa e inclusión para todes.
En mi experiencia participando de espacios horizontales durante estos últimos 15 años, vivenciando diversos tipos de conflictos personales y colectivos, mentales y espirituales es notable que implementar un espacio horizontal en un modelo tradicionalmente jerárquico puede encontrar resistencia. Las personas pueden estar acostumbradas a estructuras de poder más claras y pueden tener dificultades para adaptarse a un nuevo sistema que toque con lo personal, con nuestra parte íntima del inconsciente colectivo, donde la tolerancia y el respeto sean extremamente necesarias para las bases de la idea de vivir en comunidad.

Assembleia popular na rua do Ouvidor, Agosto 2023 Foto: Tássia Nascimento
En un colectivo horizontal, es importante que todos los miembros compartan valores y objetivos similares, la falta de atención y el poco conocimiento de con quien se trabaja crea la posibilidad de que aparezcan estas diferencias personales no abordadas de la manera cierta. Eso puede llevar a conflictos sobre la visión y el objetivo del grupo.
La participación desigual, donde algunos miembros se sienten sobrecargados mientras que otros no contribuyen tanto, influye directamente en los vínculos que tenemos con nuestros compañeres porque, a pesar de que usemos la lógica para organizarnos, también usamos la emoción para movernos. Somos seres sentientes.
Como artistas las emociones están ligadas íntimamente a nuestras decisiones. Pensar en vínculos trae la idea de que la relación con mi vecino es tan importante como mi relación con la idea general de la horizontalidad, eso no quiere decir justamente que tengo la obligación de tener una amistad con el mismo si no entender que mi libertad acaba donde lega la del otro.
Es como pensar en una red. Cuando los vínculos están debilitados entre los okupantes eso puede traer la falta de consenso y hacer que la toma de decisiones sea lenta y complicada. Aunque la horizontalidad busca eliminar jerarquías, pueden surgir conflictos de poder informales. Algunas personas pueden intentar influir más que otras, lo que puede generar tensiones dentro del grupo.
No podemos dejar de recordar que somos personas formadas en escuelas originalmente verticales y capitalistas que consiguió imponer a través de la educación y la estructura social una conciencia de clase y una competitividad extremamente separatista donde el individuo difícilmente se auto percibe un ser colectivo.
Compreender la horizontalidad es un trabajo claramente de conciencia personal hacia una construcción colectiva. Esta práctica horizontal esta siempre transformándose y adaptándose al contexto en donde se aplica, lo cual requiere un esfuerzo constante para crear nuevas soluciones a nuevas problemáticas a todo tiempo.
Se espera que todos los miembros participen activamente y de manera equitativa. Esto significa que las decisiones se toman de manera democrática y que todos tienen la oportunidad de influir en el proceso.
El diálogo entre personas de diferentes culturas coloca un tema interesante, sobre cómo el lenguaje cultural toma sentido pues existen lenguajes culturales que también dialogan y se confrontan. En estos casos la comunicación transparente y abierta es necesaria para mantener vínculos horizontales saludables. Todos los miembros deben sentirse libres de expresar sus opiniones y preocupaciones sin temor a represalias. A pesar de que pueden existir, estos conflictos no son insuperables y muchos colectivos y comunidades encuentran formas de manejarlos mediante la comunicación abierta, la mediación y el consenso colectivo.
En resumen, la horizontalidad en ambientes artísticos representa una evolución necesaria y prometedora en la manera en que entendemos y practicamos el arte. Aunque enfrenta desafíos, y problemas a sus beneficios en términos de colaboración, inclusión y empoderamiento son invaluables. Al adoptar un enfoque horizontal, las comunidades artísticas pueden crear espacios más democráticos y creativos, donde todos los miembros tienen la oportunidad de contribuir y prosperar.
En un mundo cada vez más interconectado y diverso, la horizontalidad ofrece un camino hacia un futuro artístico más inclusivo y dinámico.
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